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El Sendero del Irivenir

by La Materia Gris

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1.
Lo que uno ha sido y lo que uno es a lo largo del tejido se funde en el vacío como un regalo de aire expansivo en un momento de calor en un momento de calor en cuyo fuego se mezclan la crudeza & la pureza de lo que uno será mientras la arena viaja por el desierto de cabeza y el alma se despulpa ante los hechos: cada ruta es toda ruta en un mar de culebras paralelas que se buscan al interior de la cebolla —donde uno enciende la fragua & duerme hasta el relámpago para seguir el rastro de los duendes bajo la lluvia del poema— de modo que todo este dejar de ser todo este aroma abisal lleno de oxígeno materno todo este clima de partículas bullentes e impermanencias y energía repujada del instante que se escurre como un fluido y se espirala hacia adelante y hacia atrás sobre la infinitud de lo que puede ser y se convierte nomás en esta reunión de plumas en esta agitación de células despedidas es este todo esto a esta hora en este lugar de veloces aboliciones donde todo lo que es: es lo que se puede ser: entonces se convierten las esencias que buscan una forma hacia el frío en este punto de calor que atraviesa la grama recíprocamente y lo que está en movimiento posee una terrible pobreza de principios y la misma dirección y la misma divergencia votiva que el viento cuando se agosta en un panorama de ardores y se apagan sus corrientes: todo se detiene por un instante —suspendido en la marchita quietud del celaje extinguido— de modo que cada unidad de materia duerme & es llevada más allá tras el patrón de la neblina pero luego del desdoblamiento en el que uno abandona lo que ha sido y lo que es —clavo al que se ajusta el hilo de lo que sigue hacia adelante en el patrón de la energía— y a través del caos y el vacío se acopla a la indefinición que lo toca & lo envuelve & le da forma sobre su órbita de vuelo como una colisión de poderes naturales —& aromas— que se repujan en las altas temperaturas de la fragua a la mitad de un desierto & de la que se escurre esta fuerza significativa: más que todos infinitas nadas prefigurándolo todo en este despalabrado silencio del más acá que está lleno de tinieblas y colma el horizonte al que todo vuelve reducido al gesto de la sugerencia y uno encuentra que nada es cierto en los húmedos meollos sino su propio acaloramiento en medio del friaje de manera que algo más ligero mejor dispuesto & más difuso se remansa uno en este humo determinado en la espiral que se origina en sus opíparas partículas —de renovado rocío— y se lo llevan sin resistencia a viajar por el tejido como quien llega a un cruce de rumbos pero todo es el curvo camino de lo indiscernible y asoma como una promesa de agua bilabial en esta frecuencia modulada en la que uno es vertido & esto es la experiencia traslativa la erosión el desplazamiento de todo lo que se halla en el lugar donde se deja —como un poco de aire en un baldío sembrado de apachetas & restos rituales— en este punto en este exacto aciago punto de las brutales circunferencias y de las cosas que se pierden & las que regresan como un resorte a su origen & lo que uno no ha sido ni es late en el tejido como una realidad de fuego que cobra vida y en la que se mezclan las versiones del mundo —que ha llevado uno por el firmamento de su isla psíquica— con las que esperan por alas ser holladas como una enfermedad de plomo hacia un abismo en cuya fosca oquedad se desprende de ella y queda a solas con su espíritu —y esto es ser en el tejido— donde el éxtasis que lo arroba además lo configura como una equivalencia del infinito en el intersticio de su propia dispersión allende al desdoblamiento & allende al acoplamiento: un punto de calor donde el más allá se anuda al más acá y un planeta despierta en el camino de la desilusión.
2.
De modo que esto es el desierto: descomunal recinto de arena en movimiento & silencio lleno de cadente precipitación: lugar donde lo que no hay ni ha de ser se reúne en mis pupilas como un huevo de aire y tierra donde camino buscando una luz y todo lo que ocurre ocurre mientras lo demás también ocurre y este es el lugar más propicio para mirarlo confluir delante mío & despertar del sueño: he bebido las florales esencias: experiencia lineal: pleonasmo de horizontalidad imperturbable que se alarga como un cuchillo mental que divide el infinito en dos infinitos simultáneos & es un jardín de cabeza a través de un anillo en el fondo de un laberinto de umbrales: firmamento sin límites sin historia sin vestigios ni signos: espacio de espacios: cementerio sin dimensiones: lugar para el ocultamiento: lugar donde imaginas un lugar para el abandono: espejismo: reino de las sugerencias & los fuegos potenciales: vasija abierta: camino de pulsiones & revisiones amplio en develaciones: albura por inscribir a su hoyo negro: palabra: pisada: hálito: oro que pende a lo trémulo en los meollos de mi animal de poder —arcano espejo de mi búsqueda— hecho de espasmos alargados: arena que migra & atroz ondula: oblicuo reflejo & repetición de lo inaudito & la incierta mudez: nudismo irreflexivo: respiro: lugar para las transformaciones & los enfrentamientos: bóveda acalorada de espíritus: terrario de partículas que dilatan: rastro de nulidades que se empinan en tus huellas: tu trayectoria está en la órbita de la tiniebla a la mitad de la noche mientras todo se dispone como una roca bajo tus pies —materia finalmente— y permite que camines & despiertes a que caminas & a que es fácil hacerlo: pones un pie delante del otro hasta dominar la técnica y pronto te diriges a cualquier lugar: siempre es de noche siempre hay turbulencia e insanas apariciones —conoces la ruta que soñaste y hoy caminas— sin embargo mantienes tus pies en movimiento: te cruza la inercia de haber puesto en marcha tus mecanismos biológicos y empiezas a sentir el viento pero no porque llegue a ti sino por ahora eres tú quien lo despide & propulsa mientras crees haber cruzado un umbral —lo cual es cierto puesto que el cuerpo se desplaza & sientes cada minúsculo pedacito de ti: pero también imposible— y no entiendes todavía que no tienes el control —que no es posible tenerlo— y estás siendo llevado empujado llamado a la excitación mientras preguntas: ¿cómo siento este cuerpo mío si late atrás a la deriva? pero no importa: tiendes hacia adelante y crees estar más cerca aún de lo que buscas pero has dejado de preguntar: sientes la garganta seca pero la lengua en cambio asimila el sabor de la raíz que persiste y toda la humedad que reúnes todo lo líquido de ti —tu sudoración tu palpitación tu oceanismo— confluye con esta sensación que ocurre mientras caminas el desierto —tus pasos apenas han rasgado las levaduras en sus huellas—: dejas atrás arenas & visitas arenas nuevas: constantemente: como si pisaras espejos y cada huella fuera el reflejo de otra indescifrable huella que se hace detrás de la fosca espesura que colma esta medianoche en el lugar de los encuentros & desencuentros: pero igual sigues hacia adelante aunque hacia adelante sea solamente un vacío por colmar —la oquedad de un hábito inservible en estas condiciones seminales puesto que solo el desierto es visible— & solo tu resolución es posible —pero ¿es posible?— solo esta arena infinita: solo esta negrura: esta incertidumbre: pero sabes que ahí en el fondo de ese laberinto de aire está el poema & te encuentras acá en esta tierra nebulosa para dar con él —aunque esto signifique dejar atrás la osamenta de todo Loquefue hasta la micra del intersticio— lo que piensas: ¬lo que sientes: lo que quieres: lo que sabes o aquello que crees que sabes: lo que intuyes aunque nada de esto baste: nada sino el despojo: solo así llegará la lluvia: se te impone el deseo & debes abatir el deseo desaguarlo drenarlo: debes vaciarte y para eso has venido & para eso has de bailar: de modo que esto es el desierto: lugar donde tus huesos parecen huesos y tu mente parece mente y todo parece otra cosa pero algo pasa: esto: ahora: así: mientras todo lo demás también ocurre & remece el tejido: pero tú caminas sigues la secuencia del viento persigues el aroma de una experiencia: el conocimiento del desmoronamiento: sientes el círculo de tu sangre agolparse como un ramalazo y por un segundo te encuentras en el inicio: caminando: paso a paso:
3.
Los ordinarios fantasmas de tu vida colman la llanura antes vacía y hacen visibles sus lóbregos motivos mientras vuelan a tu alrededor —encerrándote en el anillo de su espiral— y echan una sombra y ciernen una noche sobre tus facultades ya oscurecidas por el dolor: tu visión se hace tubular y se nubla adentro del socavón: solo puedes ver palpar & atender las circunstancias del recuerdo de lo mellado & herido: de todo lo que no pudo caer en el olvido y hoy tiene forma y nombre y encarnaciones multiparalelas y también tiene hambre y esto es definitivo pues te busca a través de la bruma reclamando vigencia & tu alma de enano enfebrecido se pasma & rehúye ante la atrocidad que te desborda e incendia y vence tus tibias resistencias mientras te encoges en tu hoyo negro y tus anímicos fantasmas alargan a ti sus lenguas —como un concierto de hilos carmesíes que son tentáculos de regreso— de modo que empiezan a lamer tu mente tu alma & tu corazón y el contacto con sus garras de marfil espacial dentella los asideros preferidos por tus manos razonables y el miedo no se acaba no se acaba no se acaba: persiste como una realidad de cuchillos que se exacerban en el vértice de tu garganta porque no estás preparado aún para mirar el vacío sin la explicación de la aurora y te sume en desesperado abandono mirar esta corte de espíritus & muertos & espectros & lémures presencias que te asedian como rémoras carroñas y buscan roerte en los meollos desbastarte destazarte & diluirte en el éter y no sabes qué hacer ni qué decir ni qué pensar tampoco: la experiencia no lo permite y no alcanzan tus yemas dialécticas a tocar la significativa región de las palabras: hasta que uno de ellos acerca sus ojos —máxime rojo carbón de espesura— y tiene la forma de tu corazón cuando olvidaste la verdad cada vez que laceraste al hermano y a la hermana mustios con la pequeñez de tu propio dolor inaprensible y su voz truena diciendo:
4.
Orondas albas aurorales aran Hados de alaridos & altas aladas alambradas: voleándose en que se acaba el siempre de la siembra & la cosecha de salobre llena lo que párase de fecundo en inminente sobre aquello que no hubo ni hay aunque todo haya en esta lámina que mañana el chorro que desbarda el habla quema inocentando quicios & propensas energías que avataran partículas a tráquea traversa: & dispersas & despiertas & dispuestas a la rueda nebulosa a la carrera convertida y todo es óvulos & luego esplendor y todo es leches & luego generación: la votiva lavaza que altura el serpentín detiene prescribe delecta en la maraña de un clima sucesivo esta queda explosión que regresa sobre sí misma en el punto preciso de la separación de sus moléculas como el aire en el crisol de la estación: que escarcha lo que rocía & lo que huéllase hace sido INFINITO QUIPU & apentagrama los hilos de la materia a lo largo del tejido: árbol intersticial del que penden dones por hilachas: luz calada en cucharita que deslengua: luminoso fanal sin ludibrio: turgente exploración de la energía acumulada de impresiones: mar del cielo raso en el mar del lecho: ala trizada en alas: bullido que gramínea el nido: pero hay cosas que brotan: sustancias hay que surgen del vacío & a cambio acornucopian de átomos la circunstancia: la luz continua de camino como un estrago de silencio que atraviesa la cebolla caminante y pronto cobran vida & se incorporan a sus meollos las criaturas alteradas en el idioma de la sombra todo ahíto por fulgor en sus pequeñas unidades de irreprimible calor: mas muévense porosas las trombas estrellas por el borde del intersticio mientras la espesura se hace & deshace despidiendo fardos resplandores & chispas hacia el fuego: todo se cubre de fuego fugaz y luego es cúmulo coágulo en pleno todavía & hacia la grama interior & hacia el ángulo de su florecimiento como un sol en este fósforo mesado por pródiga diana en el frontal acaso de estas cosas que se sospechan faciales & son en cambio estos asíes sucesivos que refluyen de sonidos como días a horizontes y todo es trazo inidiomado en esta selva apariencia: donde todo es lo más & el amor aspa apenas platina quietud con su criba y con su sangre de puntillas y el doble presentimiento del ave que acantará el verano cebado de constelaciones acaba por agriegar sus oros que se aurigan sus pulpas que se harapan sus plumas que se agrifan en esta agua zumbada que lupina hacia arriba siguiendo el pliego de sus fondos hasta una primavera que clama de rodillas en la cuesta del invierno —pero baja & divina por siríaca— en la circunferencia del troncho cuervo donde humea la caloría & el hielo védico apresta abrasivas nervaduras & la fracción olorosa que a pie trepida sin quererse desoriginar & sin poderlo evitar tampoco como los oxígenos mastuerzos se empina: & los éteres alrededor del caos que apalabra esta agua que amaterna: esta agua que acapulla: esta agua milenaria que se cae hacia adentro: esta agua larvaria que gesta lo que toca & lo alucina & lo aluniza & lo alimenta & llena todo de poderes: del cóncavo designio de esta albura seminal en una aguja & a través del radiante patrón de hilos de esta noche que resplandece la piedra se hinoja & la antena procura tánta luz que se acaloran en sus puntos los pesebres & por sus curvas se avientra & libera una rauda ráfaga de espuma: este fragor que acampana la vida: en la mi boca abierta donde asiléncianse estruendos en trópicos espasmos & por ensalmo una supernova sigue el camino de su voz:
5.
Uróboros 07:53
Querida Madre: amada mamita se abre el panorama de todo lo que es & todo de hilachas lo que eres: como un mar de cuencos déjame tocar tus labios: déjame tocar tus ojos: que se separa & multiplica sus aguas déjame con mi nada mirar tu miel: que son noche toma esto que soy & ha & son sombras latido: que espectrales amasijos así es mamita querida: ocultan toma esto que no soy ni seré: revuélvelo al feliz antojo un ave se hace visible de estas tus mareas: en la grama de negrura reviértelo en el fuego: desmenúzalo en sus unidades & surge inmateriales: como un cataclismo & ahógalo sumido de fuego & plumas: en tu regazo: como una masa de energía dirigida que se despulpa sobre el arco de su vuelo en curso: mamita toma estos pies que han pisado estos talones que han volado estas huellas que me han traído hito a hito por el camino del viento & la ablución que piden mis meollos: & se transforma a través del humo como un meteoro de ceniza cruzando los anillos planetarios: como un águila que aparece & cuyas escamas recubren la & toma estas extensión de su pellejo estas manos & en su lugar cuyas yemas repitieron una piel sus sendas huellas de serpiente como bulle palpita un rastro & se estremece: su hosco verdor se de saliva le desprende en cada cosa del pico como donde posáronse una variación proclives de su naturaleza alrededor de las alas y recorre cada pequeña triza sobre el borde de sus garras como una alteración de calor: & alimentaron sus entrañas de luz & partículas: Querida Madre: y tócame las asperezas aquí que & quiéreme el fuego crece en las yemas & crece quiéreme el hambre & crece en el alma: desde su punto reclámame para umbilical la vida: pero y dame cuanto hacia quieran tus púlpitos celestes: las tripas pero Madre que lo miran que eres Hija y Esposa venir lentamente y Amante Luna: como una espiga tócame los labios: tócame que aguarda el devenir del fuego sobre las mentes: la singularidad de sus fibras: tócame las fibras: el ave lanza en las pupilas abiertas como un centro del mundo que dilata llévame por el tejido expande & conjura la dimensión del panorama: siguiendo el rastro una atroz culebra de plumas de la luz: que trina & sisea la energía en el idioma del instante & se pierde en esta ciclopía que la mira: acogida en los meollos: que va llenando el absoluto Mas luego la negrura tembló en sus médulas & una modulación reverberó por fin a través del tejido vacuo de la oquedad despidiendo que te espera: haces de luz del cuerpo que te espera: por una boca con pupilas que se abren & se cierran como si cantara: de la mente como si gritara: & del alma que aguardan como si aullara & en el abismo del silencio las estelas volaran por la la llegada extensión del vacío de tus ojos perdiéndose en regresar & en brillo convertidos mientras tiemblan los dientes alrededor de este sahumerio bilabial el silbo que arde en este lengua anuncio hecha de papilas de tus hecha de seda & cenizas labios con la terrible inocencia a la que de quien no ha vivido llegan las un solo día en esta Tierra las palabras sin ti a su lado: como humo como quien hacia el fuego no ha caminado siguiendo el rastro ni sentido ni amado sino patrones de calor que son tus extensiones & tu espesura: del silencio Querida Madre & anudándosele que eres Todo & eres Nada como aire anillado & todo lo que está vivo de saliva & luz: vivo te nombra en la variedad de la energía & todo lo que está vivo eres tú que lo has parido de modo que todo & todo lo que está vivo es tu gran regalo relamido de infinito refulge & todo lo que está vivo es tu saliva sus membranas hacia el círculo del poema toda célula & nervio yugular: & todo lo que está vivo te reclama en las partículas & en el aire & toda glándula & haz hialoidea: como un hijito que estira su corazón hasta las nubes para tocar con su silencio & toda esta abrasión de buscarte mucosa en la ráfaga de visiones fusiforme: que tu potente amor dispone a la simpleza de mis tripas: & para mejor lamer los intersticios: donde tu lengua y mi lengua todo encendido al interior de la cebolla: como esta lucerna son la misma lengua en la oquedad del idioma con sabor a iridiscencia: que irradia su experiencia: dámelo todo Madre querida: mamita mía & eso es esta boca vaciada que has sido lo primero de infinito pero llena de calor que hubo: & aire silencioso es tuya esta & toda existencia como lo son este paraíso de yemas estas manos palatinas & estos ojos del que este río & estas pulpas ambarino & estas energías cuyas surge & en el torrente pobrezas aguardan en ti riqueza del regalo: Tócame: lámeme: ensalívame: adhiere a su espíritu la suma de mi espíritu aunque fulmines en mí la vida en la dimensión del poema: llamándome a la vida: en la absoluta oscuridad de una e s p i r a l d e p a l a b r a s cascabel donde la Madre me e- xis- te:
6.
Cada paso lejano al poema es el poema: & se dirige al oasis donde la lluvia es esta albura que regresa a uno con el recuerdo de una vida que no ha vivido en la vida que ha vivido & hoy se abre paso en la oquedad que lo reviste por dentro: una huella más: un próximo aliento más: una estrella más: & todo es ir hacia adelante: todo es pararse & gritar callar: volar: todo es amar & llorar en el poema & todo en el poema quema hasta su frío porque todo poema surge de la muerte —de la que toma su hielo— & es un camino abierto de caminos que se abren sin dirección aunque todos lo hagan de regreso a la Madre & de este modo rieguen la tierra del desconocimiento en el estambre de la energía: esto es mirar lo que se trenza entre patrones de calor que son hilos sucesivos atravesando abalorios si todo hilo le brota & la busca & encuentra e hijo le es si el hijo alimenta su estómago de radiante vacío & la atroz hambruna & la pobreza le rugen la plegaria le siembran de sed el nervio de amor el rezo —que en todo es desmesurado alumbramiento & pauta oscuridad— & pronto trepida telúrico el tejido que es el dios del despertar de las pupilas en las yemas trasgresoras de modo que todo poema es lluvia que se bebe: aire que se toca: & resucita: cenizas que merecen fuego: agua que merece piedras: puesto que todo en el poema es merecimiento & atracción & cada sustancia se busca liberada en el arco de su designio: & esto es caminar descalzo ahí donde todo lo que puede ser: es todo lo que es & esto ocurre a la medianoche & a la mitad de un desierto donde se apulpan los pálpitos interiores al oasis bajo la lluvia & yo me hinco yo me hinco como un espíritu de cabeza a los pies del fatídico fuego: las manos juntas como una cuna votiva que me pende entre las sienes sobre los ojos cerrados: la boca abierta como un umbral de salida: los dientes en sus sonoros calcios & la lengua en sus babas seminales: el cuerpo quebrado como un árbol que se levanta & crece siguiendo los hilos que de la lumbre se tienden a mis partículas: & la oración: las pocas palabras que de mi destrucción se escurren como un collar de aves para la Madre: que ella devuelve a manos llenas en la renovación de su regalo: las palabras que repiten leves mis labios mientras todo Loquesoy tiembla de extática pobreza & llena de agradecimiento sale mi alma a la caza del poema: & el poema la encuentra de regreso llena de su presente abismal: & la enriquece: sus estómagos vacíos se colman de música: de luz de mediodía: & refulge el depurado interior de la cebolla como un curvo camino hacia la difusa energía en la perfección de sus aromas: el poema es este clima en equilibrio que se mece en mis papilas: & es conjuro & protección contra conjuros: el poema es púrpura encantamiento: ambarina invocación: la llanura por donde corre mi lengua & yo la dejo lamer como he sido yo lamido: & yo la dejo volar como he sido yo volado: de modo que todo Loqueseré & todo Loquefui se funden en todo Loquesoy puesto que todo se deja en el lugar donde se halla & a lo largo del camino la Madre ha soplado el camino & el aire ha viajado & el frío ha mellado & el hambre ha crecido & la noche ha escanciado & todo lo ha convertido perpetuo: en este poema que es mi animal de poder hacia la ruta del Astral empinándose en la pureza de la mariposa que en el baldío liminal abre las alas como un regalo de agua & ceniza que es plegaria: todo Loquees & todo Loquenoes quema & alimenta este poema que sin más me apalabra aquilatado de infinito.

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«El sendero del irivenir» es una performance que corresponde a un poema-río-libro del mismo título escrito por Paul Forsyth Tessey y publicado en Lima, en junio de 2017, por el sello editorial Celacanto.

credits

released January 31, 2018

La Materia Gris es:

Paul Forsyth Tessey: Voz, Guitarra Eléctrica
Tomás Gistau: Guitarra Eléctrica & Acústica, Efectos
Carlos Vidal: Bajo, Charango, Efectos
Fred Clarke: Teclados, Flauta Andina
Geriko Vega Foronda: Percusión
Joseagustín Hayadelatorre: Segunda Voz en «Uróboros»

Grabado y editado por Tomás Gistau en La Cueva (marzo-junio 2017).
Grabado en vivo en Kivurlandia el 15 de julio de 2017 por Geriko Vega y Pa’ati Ut (Rodigo Daza) para Artesanal Records.
Mezcla y Mastering final: El armario (Geriko Vega).

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La Materia Gris Lima, Peru

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